Los mejores consejos para llegar a un acuerdo de divorcio amistoso

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Antes de tomar la decisión de divorciarse, es fundamental contar con ayuda profesional y sopesar todas las opciones que tenemos a nuestro alcance, tanto las positivas como las negativas.

Cuando una sociedad conyugal no nos aporta nada, tenemos dos opciones: intentarlo a pesar del dolor y la pesadez que experimentamos, o tomar la difícil decisión de romper el matrimonio. En este sentido, debemos esforzarnos por dejar de lado nuestras emociones por un momento y hacerlo siempre de mutuo acuerdo.

conseguir un acuerdo de divorcio

De hecho, los abogados especializados en derecho de familia aconsejan consultar con un experto y sopesar las múltiples opciones antes de tomar una decisión definitiva. Sin embargo, si la decisión ya está tomada, hay que recordar que la disolución de una unión conlleva algo más que una simple firma en un papel; también conlleva una serie de escenarios y procedimientos bastante complicados. Nos gustaría aprovechar esta oportunidad para ofrecerle los mejores consejos para llegar a un acuerdo de divorcio amistoso.

Como se ha dicho anteriormente, el divorcio supone no sólo una ruptura sentimental, sino también una ruptura completa desde todos los puntos de vista, empezando por el legal y concluyendo por el financiero.

Por otra parte, dado que el divorcio no puede deshacerse, es esencial examinar lo que incluye con la cabeza fría. Por ello, es fundamental extremar la precaución a la hora de tomar esta decisión y no dejarse llevar por el sentimentalismo, poniendo en riesgo nuestra cordura.

Ahora bien, si la decisión de divorciarse es irreversible, lo más importante es llegar a un buen, o, mejor dicho, mutuo acuerdo, lo que implica no sólo pensar en nosotros como individuos, y mucho menos si tenemos hijos de por medio.

Un buen abogado siempre será el principal mediador y gestor de todo este difícil procedimiento, por lo que debemos contratar a uno de estos expertos, como mínimo para que nos sirva de asesor.

¿Por qué debemos esforzarnos por conseguir un divorcio de mutuo acuerdo?

La separación nunca es buena, suele estar cargada de emociones, tensiones y mucho que asimilar, por lo que debemos hacer todo lo posible para que todo sea consensuado por ambas partes. Recuerda que hay dos tipos de divorcios: el contencioso y el de mutuo acuerdo, siendo este último más fácil y menos costoso de realizar, además de tener menos ramificaciones sentimentales.

El tipo contencioso, en cambio, es un poco más complicado, ya que implica una serie de factores como la custodia de los hijos, el reparto de los bienes y las pensiones e indemnizaciones. Por ello, esta forma de divorcio no es nada recomendable. En realidad, cualquier abogado de renombre en cualquier parte del mundo se esforzará por llegar a un acuerdo entre ambas partes sobre la disolución del matrimonio.

Es vital recordar que para lograr un divorcio de mutuo acuerdo, deben cumplirse las condiciones legales del estado donde te encuentres. No obstante, si el matrimonio está dañando la integridad física y moral de ambas partes, no será necesario esperar algún plazo para poner fin al matrimonio de mutuo acuerdo.

divorcio mutuo de mutuo acuerdo

Ahora que conocemos mejor los divorcios de mutuo acuerdo, podemos ofrecerle los mejores consejos para llegar a un acuerdo de divorcio decente.

Cómo llegar a un buen acuerdo de divorcio

Un divorcio contencioso implica una serie de cuestiones como la custodia de los hijos, la división de los bienes, las pensiones y las indemnizaciones.

Debemos tomarnos un tiempo para comunicar nuestras preferencias y decidir qué temas fundamentales se discutirán en el momento de separarse oficialmente tras un largo proceso de aceptación y conciliación para finalizar el matrimonio. Esto no sólo facilitará el procedimiento, sino que nos hará sentir mucho mejor, y si tenemos hijos, el escenario tendrá menos impacto en ellos.

Antes de tomar cualquier medida, es fundamental evaluar la situación. Antes de disolver el matrimonio, hemos elaborado una breve lista de los factores más significativos que hay que investigar y a los que hay que prestar especial atención:

  • Hijos mutuos
  • La residencia de la familia
  • Los distintos bienes
  • Los servicios legales de un abogado
  • Los fondos necesarios para completar el proceso

1. Negociar la custodia de los hijos en común de forma sensata.

En estas situaciones, será necesario contratar los servicios de un abogado especializado para identificar quién tiene la custodia, si la madre, el padre o un acuerdo de custodia compartida (que suele ser lo recomendado). También hay que tener en cuenta que, aunque uno de los dos obtenga la custodia, eso no significa que el otro no pueda acordar un calendario de visitas detallado.

Lo mejor es definir cuanto antes los días en que el niño estará con cada cónyuge, para evitar cualquier problema futuro. Además, hay que discutir y acordar la manutención del niño, teniendo en cuenta el pago del colegio y todos los gastos que se produzcan como consecuencia de este.

2. ¿Qué se debe hacer con la vivienda familiar?

Esta es probablemente una de las cuestiones más conflictivas en un matrimonio, ya que ninguna de las partes quiere renunciar a sus derechos sobre la residencia conyugal. Sin embargo, gran parte de este problema puede evitarse si tenemos clara la estructura de propiedad del inmueble. Si hay una casa a nombre de los dos, por ejemplo, el coste de la propiedad debe dividirse por la mitad, o bien hay que hacer algo con ella.

acuerdo de divorcio

Sin embargo, si hay hijos pequeños, la ley establece que el domicilio familiar les pertenece, y en este caso, el progenitor con la custodia lo utilizará como domicilio familiar, independientemente de lo que ocurra con la propiedad durante la discusión de los bienes.

3. Sea prudente antes de firmar nada.

Es fundamental mantener la calma y seguir las indicaciones de nuestro abogado durante las conversaciones. También es crucial no sentirse obligado a aceptar cosas con las que no se está de acuerdo. Recuerde que después de llegar a un acuerdo, nadie puede anular la orden final, así que no firme nada hasta estar seguro.

Antes de acordar nada, debemos hacernos algunas preguntas para asegurarnos de que estamos en la misma línea:

  • ¿Es razonable el trato?
  • ¿Estoy dejando de lado mis intereses por miedo a ser juzgado?
  • ¿Es posible encontrar una solución mejor?

Podemos hacernos una mejor idea de lo que necesitamos y de lo que nos parece un buen trato si nos hacemos estas preguntas básicas. Si bien es cierto que no todas las soluciones aportadas nos beneficiarán por completo y se quedarán por debajo de nuestras expectativas, al menos se acercan a lo que queríamos y proporcionan un medio de reconciliación con tu expareja. Es fundamental entender que, para llegar a un acuerdo de divorcio satisfactorio, debemos aprender a renunciar a algunos de nuestros deseos.