Las 10 cualidades que más destacan de un abogado al realizar un interrogatorio

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Las labores de un abogado litigante son varias, pero dentro de ellas una que puede resultar muy llamativa es el interrogatorio, y es que esta práctica es compleja en realidad, tanto así que se han escrito libros que reconocen su importancia, como es el caso del libro “El arte del interrogatorio” (The Art OF Questioning) obra del autor Megargee Brown, esta obra va dedicada a resaltar las características que resultan verdaderamente características en esta práctica, aquellas consideradas imprescindibles para la excelencia en la labor de un abogado litigante. Hay que aclarar que en este artículo no se detendrá a explicar con detalle en qué consiste cada característica, además de que, sin ser expertos, este artículo se compone de las que, en criterio de la página, son las más importantes para el contexto forense de acuerdo a nuestros conocimientos de la rama.

Esperamos que esta revisión sirva para hacer reflexión de las habilidades que pueden adquirir, mejorar o fortalecer para esta labor.

1.- Tener la capacidad de comunicarse de manera directa, sencilla y coherente.

comunicacion directa

La sencillez en la comunicación que debe de tener un abogado será una característica que denote su capacidad como un buen abogado, y sobre todo durante un interrogatorio, el proceso de comunicación puede ser muy complejo, pero en medida que el abogado logre transmitir con coherencia, sencillez, orden y de forma clara sus ideas, podrá obtener con éxito la información requerida.

2.- Valorar los acontecimientos que ocurren durante el juicio y tener la capacidad de formarse un criterio.

Aquí hablamos de más de una habilidad, tanto nos referimos a la atención que debe tener el abogado durante el interrogatorio respecto al juez, el abogado contrario y de todos los detalles que pueden presentarse durante el juicio y que pueden afectar a su estrategia. A su vez, la capacidad de reacción que debe demostrar el abogado debe ser precisa, sobre todo para evaluar sobre la marcha las decisiones que debe de tomar conforme al desarrollo del juicio y los imprevistos que se pueden presentar.

3.- Dignidad y cortesía.

Esto se refiere a mantener un trato educado con todos los presentes, aunque se resalta el trato con el testigo, y se considera una regla esencial durante el interrogatorio, esto permitirá a ambos por igual permanecer centrados en lo que están haciendo, además contribuye a dar una imagen de profesionalismo y seguridad, reforzando su autoridad como profesionista.

4.- Cuidado en la preparación y los detalles.

Como ya se ha dicho, el interrogatorio requiere de una preparación, y no una cualquiera, una meticulosa y estricta en los detalles, una que exige atención, cuidado y responsabilidad, ya que solo así se logra un conocimiento total del caso y una preparación y planificación absoluta que dé como resultado un control del interrogatorio, y esto es esencial porque durante el proceso pueden surgir un sin fin de hechos y eventos que puedan impedir el cumplimiento de los objetivos, es más, un descuido o giro en los hechos por mínimo que pueda parecer podrá convertirte en una poderosa herramienta para asegurar, o incluso ganar o perder el juicio.

5.- Renuencia absoluta a recurrir a pretextos o artimañas.

sin artimañas

Como se llegó a mencionar antes, un abogado debe manejarse con dignidad, debe ser honesto y leal al realizar un interrogatorio, y es que los comportamientos poco éticos y deontológicamente incorrectos no tienen cabida en un buen interrogador, porque simplemente no los requieres, además, generan en el juez una percepción negativa, afectando  a la credibilidad de sus palabras.

6.- Carácter y personalidad.

Demostrar tener un carácter y personalidad fuertes hará que el abogado resalte y llame la atención de sus allegados de una manera positiva, ya que el abogado debe de entablar contacto con muchas personas en el ejercicio de su profesión, por lo que debe de cuidar la imagen que da, y como parte de esto, tener un carácter y una personalidad fuertes permitirá ser reconocido con facilidad, pero debe balancearse y cuidarse con los puntos anteriores, para así causar una buena impresión.

7.- Amplia comprensión de la naturaleza humana.

Dado que el acto de interrogatorio implica la interacción y participación con diversos grupos de personas (quienes, por ende tendrán diferentes tipos de características), el abogado debe demostrar ser capaz de entender la naturaleza humana y las múltiples formas en las que se desarrolla, entendiendo que cada persona presenta motivaciones, condiciones y capacidades diferentes que, sin duda, saldrán a relucir durante la declaración fiscal. Si el abogado logra desarrollar esta habilidad, logrará evaluar y entender con mayor facilidad los aspectos y facetas del testigo, de modo que tomará el máximo provecho al interrogatorio.

8.- Autodisciplina.

El interrogatorio es una práctica difícil, y esto es porque la preparación que debe de tener el abogado para hacerlo bien no empieza en el interrogatorio mismo, por el contrario, para realizarlo bien se debe de tener una preparación y una planificación exhaustiva, por lo que el abogado que desee realizar un buen interrogatorio debe ser constante y disciplinado en todas las tareas que permitirán lograr el cumplimiento de los objetivos deseados.

9.- Claridad mental.

claridad mental

Puesto que el interrogatorio es todo un arte, el abogado debe, sin duda alguna, tener un pensamiento claro que le permita tomar decisiones con rapidez, y de igual manera, la capacidad de llevar a cabo su ejecución con eficacia. De igual manera, su agilidad y claridad mental serán un as bajo la manga que le facilitarán el manejo de lo inesperado durante el interrogatorio.

10.- Imagen de autoridad.

Sobre todo en el contrainterrogatorio, el abogado debe de transmitir seguridad y autoridad en todo momento, exponer sus conocimientos y argumentos sin fisuras que puedan surgir de los argumentos del testigo o el contexto en el que se desarrolla el interrogatorio, esto permitirá al abogado mantener el control del juicio y encaminarlo a donde él desee.

Estos diez elementos son esenciales ante nuestros ojos, pero hay que aclarar que nos son las únicas habilidades que debe de tener un buen abogado de litigio, solamente son nuestro aporte y opinión sobre las más notables. Si algo se debe de agregar es que hace falta ejercer con dedicación, tenacidad y responsabilidad en todo lo relativo a la práctica de esta rama, para que así, con el tiempo se cultive la tolerancia intelectual y el sentido de los límites, que den lugar a excelentes profesionistas de esta hermosa rama del servicio a la sociedad.