El interrogatorio de testigos es un proceso sumamente complejo, además de la preparación y complejidad que conlleva, también tiene ciertos lineamientos que todo abogado debe seguir durante la práctica del mismo, todo esto para facilitar su labor en sala, y hacer que su intervención sea más eficaz y efectiva.
Por esto mismo este artículo fue pensado para destacar algunas de las reglas esenciales que todo abogado debe respetar durante el interrogatorio, es importante resaltar que no son todas las reglas que se deben cumplir, pero a criterio de nosotros son los más importantes a conocer.
1.- Tener claridad sobre la credibilidad del testigo y la claridad sobre las declaraciones y el contenido de las mismas, a la vez que se le prepara al testigo y el abogado mismo se prepara y adapta para el contrainterrogatorio con el fin de defender su postura.
2.- La planificación del interrogatorio será una pieza clave para hacer un trabajo sobresaliente, conociendo el orden, secuenciación, tipos de preguntas a emplear, duración y ritmo, control del testigo, etc. se podrá lograr un trabajo pleno, serio, concienzudo y profundo con resultados positivos.
3.- Una vez cumplido el objetivo, el abogado debe concluir con el interrogatorio, de lo contrario se podría continuar con el solamente si se explora otra línea del mismo que resulte igualmente en un beneficio para los intereses del cliente, pero de otra manera lo adecuado es cesar.
4.- Dado que existen preguntas de diferentes tipos y con diversas naturalezas y objetivos, la forma en que se usen y el momento en que se formulan está sujeto a algunas limitantes, por lo que generalmente es más común encontrar preguntas abiertas durante un interrogatorio directo, mientras que en un contrainterrogatorio se emplean las preguntas cerradas.
5.- Por ninguna razón se deben de realizar preguntas cruciales sin tener previamente datos que respalden la información, y sobre todo, un abogado de calidad debe de estar preparado para todas las posibles respuestas, conocer todas las posibles respuestas, sobre todo al hablar de una pregunta crucial, garantizará el control del interrogatorio y dirigirá el juicio en la dirección que el abogado desee para el cumplimiento de sus metas.
6.- Ante todo, es esencial que el abogado guarde la compostura y el respeto ante el testigo durante el interrogatorio, y aunque no está limitado al testigo la imagen del abogado es de vital importancia para realizar bien su trabajo, sobre todo al hablar de un interrogatorio.
7.- El interrogatorio debe realizarse de manera directa entre el abogado y el interrogado, quien sostiene una versión propia de los hechos; a su vez existe el contrainterrogatorio, el cual consiste en el interrogatorio realizado por el otro abogado al mismo testigo, esto con el fin de probar su versión de los hechos, esto implica que cada abogado tiene una planificación particular, propia y diferente de acuerdo a su postura y motivación durante el juicio.
8.- El abogado está en la obligación de conocer a profundidad la información del testigo respecto a las condiciones y características que rondan con forme al caso, por lo que durante el interrogatorio directo tendrá que manejarse con ética y honestidad al testigo, y en medida de lo posible estar preparado para lo que pueda surgir durante el contrainterrogatorio, obteniendo del testigo mismo toda la información posible previamente
9- Los testigos que aporta cada parte, debe de estar predispuesto y ofrecer información que resulte favorable para el cliente que se está representando, al mismo tiempo que refuta lo planteado por el abogado contrario mediante la exposición de los hechos de los cuales el testigo es conocedor, esta regla obedece a una lógica extremadamente simple: no presentar un testigo cuyo argumento sea contraproducente con el cumplimento de los objetivos en el juicio.
10.- Solamente se puede proceder a un interrogatorio si se tiene un objetivo desde el punto de vista probatorio relevante y que, en práctica, tenga la posibilidad de ser alcanzable. Para ser más claros, en términos generales, los interrogatorios directos tienen como objetivo corroborar la credibilidad del testigo y de su testimonio, por otra parte los contrainterrogatorios van dirigidos a tratar de desvirtuar dicha credibilidad.
Incorporar todas estas reglas a la práctica diaria permitirá que se realicen interrogatorios con más eficacia, además dará más control y libertad al interrogador para obtener la información requerida y hacer con ello que se cumplan sus objetivos.