Ejercer el derecho en México no es para nada igual a como se hace en Estados Unidos, por eso es importante conocer las diferencias que existe en esta profesión entre estos dos países, pero sin caer en la extensa lista que podríamos nombrar, nos centraremos en lo que consideramos son las 4 diferencias fundamentales.
Diferencias entre un abogados
Para empezar, curiosamente el trato que hay entre abogados y clientes entre México y EEUU es muy diferente, ya que por lo que sabemos, en el país del norte tienes que estar seguro de que tienes un caso, conseguir un abogado no será tarea fácil, ya que tendrás que convencerlo y fundamentar tu situación y el por qué requieres de sus servicios, en cambio en México, lo que resulta más difícil de consultar con un abogado es que no te deje la cartera vacía ya que existe una amplia aceptación de todo tipo de situaciones con tal de generar una ganancia (que tanto puede ser bueno como puede ser malo), por lo que ciertamente una diferencia en el trato es lo primero que debemos considerar.
Este punto es uno de los más importantes y notables, por lo que tenemos que resaltarlo bastante, y es que, en México muy pocos abogados y despachos ofrecen un contrato por escrito a sus clientes por la prestación de servicios jurídicos profesionales, lo que resulta en que los abogados tengan una alta facilidad para no cumplir con las expectativas o brindar un mal servicio al traicionar la confianza del cliente; en contraste, en Estados Unidos toda actividad del abogado está mediada por documentos, contratos y acuerdos legales que comprometen al cumplimiento de una labor profesional, por lo que sin duda estará más motivado para cumplir satisfactoriamente con sus objetivos profesionales.
Ahora bien, garantizarle al cliente un resultado es una jugada arriesgada, ya que todo dependerá del proceso legal, cómo se lleve a cabo y cómo se desempeñe cada parte, por lo que es muy común que abogados mexicanos prometan el cielo y las estrellas, y al momento de ver los resultados, el cliente no quede del todo satisfecho; ahora bien en el caso de los abogados de EEUU es más frecuente que ellos procuren no ilusionar al cliente, de modo que tratarán de ser precavidos y mantener negociaciones más rigurosas con los clientes, lo que se liga con el punto anterior. En el mejor de los casos, es más probable que los abogados del país del norte tengan mejor recomendación, ya que, si un abogado te promete tanto y no cumple, difícilmente podrá generar más clientela.
Por último, la triste realidad es que nuestros vecinos del norte han demostrado tener una mentalidad más comercial de este medio, y esto ha hecho que enfocaran su atención en satisfacer la necesidad de sus clientes y desempeñarse de maneras que les han permitido crecer, y si agregamos las deficiencias en el desempeño de esta sublime profesión en tierra mexicana, encontraremos un sinfín de proceso que carecen de actualización y el enfoque adecuado para lograr su objetivo de beneficias y prestar un servicio a la comunidad, ya que por mucho que se quiera humanizar la labor del abogado, tanto en EEUU como en México es una profesión de la que viven y dependen muchas personas, por lo cual su principal diferencia es la forma en que se desempeña, y en medida de que no cambiemos la forma de trabajar, difícilmente podremos crecer como profesionistas.
Esto no debe tomarse como un malentendido, la labor jurídica en Estados Unidos seguramente tiene sus fallas y defectos también, pero antes de criticar a otros lo mejor es mejorar la calidad de nuestra labor en nuestra propia tierra, porque conforme ayudemos a nuestra sociedad y cumplamos nuestros objetivos, nos ayudaremos a nosotros mismos y a nuestra bella disciplina.
