El derecho a la alimentación en México

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Escrito por la Nutrióloga Itzel Cardoso. Maestra en nutrición clínica de Clínica Nutricional Nutrest

La alimentación es el conjunto de procesos biológicos, psicológicos y sociológicos relacionados con la ingesta de alimentos mediante el cual el organismo obtiene los nutrientes que necesita, así como las satisfacciones intelectuales, emocionales, estéticas y socioculturales que son indispensables para la vida humana plena. [1]

Todo ser humano sin distinción por razones de raza, religión, sexo, idioma, opinión política u otra causa tiene derecho a una alimentación adecuada, según el Artículo 4, tercer párrafo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 13 de octubre del 2011, establece que “Toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El Estado lo garantizará”.

Por otro lado, en el artículo 27° establece que ”El desarrollo rural integral y sustentable a que se refiere el párrafo anterior también tendrá entre sus fines que el Estado garantice el abasto suficiente y oportuno de los alimentos básicos que la ley establezca”.

Malnutrición en México

Malnutrición en México

En México nos enfrentamos a un grave problema de malnutrición. Yéndonos de extremo a extremo, como lo es la desnutrición en el lado de carencia crónica y desequilibrada de alimentos, que es causante de alteraciones en el crecimiento físico, el desarrollo cognoscitivo/motor y la inmunidad ocasionada por la pobreza, la ignorancia en ciertos aspectos nutricionales y el aislamiento geográfico. Aunque es un problema que ha disminuido con el paso del tiempo, aún sigue persistiendo.

Por el otro extremo de excesos tenemos el problema sobrepeso y obesidad, que están asociados a enfermedades crónico degenerativas no transmisibles como diabetes mellitus, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, cáncer por mencionar algunas. Ocasionando discapacidad, muerte prematura y una elevada carga económica para su tratamiento. [2]

Estos dos problemas son multifactoriales, asociados a una inadecuada educación nutricional, creencias/cultura, bajos recursos económicos, falta de disponibilidad o acceso de alimentos, alimentos no inocuos o seguros y/o alimentos de baja calidad nutricional.

Según la FAO, la seguridad alimentaria es cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos, a fin de llevar una vida activa y sana. Por ende, cuando una población no tiene seguridad alimentaria, aumenta la probabilidad de padecer desnutrición, sobrepeso y obesidad.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018 (ENSANUT 2018), el 44.5% de los hogares en México se identificaron con seguridad alimentaria. En contraparte, el 22.6% presenta inseguridad alimentaria moderada y severa, el 32.9% restante inseguridad leve.

Cambios de alimentación

Cambios de alimentación

Aunque la cultura de alimentación de los mexicanos es reconocida por la UNESCO como patrimonio cultural de la humanidad, al contener alimentos sanos y nutritivos como el frijol, el maíz, los quelites y el amaranto, entre otros, los cuales contribuyen a una alimentación correcta.[3]

Cada vez se consumen menos en su forma natural o lo menos procesada posible. Al igual que la cantidad en que se consume y cómo se prepara para mejorar apariencia y sabor disminuye mucho su valor nutricional.

También las modificaciones de costumbres alimentarias tradicionales a occidentales  explican las causas de la doble carga de malnutrición.

Los patrones alimentarios actuales en México se caracterizan por un alto consumo de:

  • alimentos y bebidas densas en energía
  • altos en azúcar
  • grasas saturadas
    • refresco
    • jugos
    • alimentos fritos
    • panecillos
    • dulces
  • bajos en fibra
  • vitaminas y minerales (frutas, verduras y leguminosas) que atentan contra la salud. [4]

Costos de una alimentación saludable

costos de alimentacion

Los alimentos nutritivos se han vuelto relativamente más caros, en comparación con los alimentos no nutritivos o ultra procesados (snacks densos en energía, cereales endulzados, galletas y pasteles, bebidas azucaradas, comida rápida, embutidos y platos listos para calentar) que se caracterizan por un alto contenido energético, de grasas, azúcar o sal.

Por lo cual cada vez su consumo es mayor, ya que puede llegar a ser más práctico, rápido, de fácil acceso y económico que buscar alternativas más saludables como alimentos frescos y nutritivos.

Un claro ejemplo de esto, es el costo de una ensalada ya preparada está por arriba de los $100 pesos, en comparación con un paquete de galletas, papas fritas o pizza que es la mitad o menos del costo. Los cuales pueden darte un tiempo mayor saciedad por su alto contenido energético, en comparación con la ensalada.

¿Que se ha hecho para resolver el problema?

Derecho a la alimentacion

Con el fin de aumentar el acceso a alimentos saludables y mejorar estos problemas de malnutrición, se han creado programas de alimentación y nutrición, dirigidos a población vulnerable (infantes, mujeres embarazadas, adulto mayor, personas con bajos ingresos).

México tiene experiencia en diferentes programas desde hace muchos años, ejemplo de estos son los comedores DIF, PROSPERA, LICONSA, por mencionar algunos. [5]

Aunque no han tenido el  impacto esperado, ya que el problema continúa creciendo. Es necesario un mayor esfuerzo, evaluación continua y retroalimentación, ubicando los programas de mejor funcionamiento que logren tener un mayor impacto, para reforzar los mismos.

Es importante destacar que ninguna medida puede por sí misma revertir estos problemas nutricionales, sino que debe adoptarse un enfoque multidimensional para combatir distintos tipos de políticas e intervenciones.

Los profesionales de la salud, debemos crear estrategias de promoción, prevención, tratamiento y monitoreo de estos problemas de malnutrición. Mediante la educación en nutrición y salud,  retomando la dieta tradicional mexicana (saludable), mejorando hábitos de alimentación, y promoviendo la actividad física.

Bibliografía:

  1. Secretaría de Salud. Norma Oficial Mexicana NOM-043-SSA2-2012 Servicios básicos de salud: Promoción y educación para la salud en materia alimentaria, Criterios para brindar orientación. Diario Oficial de la Federación
  2. Shamah Teresa, Amaya Maritza Alejandra y Cuevas Lucía. (2015). Desnutrición y obesidad: doble carga en México. Revista digital universitaria (RDU). Vol. 16, 1 – 11.
  3. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (2010). Traditional Mexican Cuisine – Ancestral, Ongoing Community Culture, The Michoacán Paradigm
  4. Gomez Delgado, Yeniffer y Velázquez Rodríguez, Elisa B. (2019). Salud y cultura alimentaria en México. Revista Digital Universitaria (RDU). Vol. 20, núm. 1 enero-febrero.
  5. Mendoza, P., & Torres, R.M. (2018). Programas de alimentación y nutrición en México para niños y adolescentes que integran la seguridad alimentaria y nutricional: un análisis desde los objetivos de desarrollo sostenible.. Jóvenes en la ciencia, Vol. 4. núm 1, 444 – 49.