Consejos para interrogar testigos

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A la hora de interrogar a una persona en el estrado, cada abogado tiene sus técnicas, las cuales pueden tener distintos efectos depende de lo que quiera el litigante. Los mejores han acumulado sus técnicas y estrategias a lo largo de los años de experiencia, pero eso no quiere decir que no se puedan tomar ciertos atajos, por eso aquí te traemos algunos trucos que los abogados usan al interrogar testigos, con los que puedes mejorar tu desempeño y tomar la ventaja en tus casos.

Confundir el nombre: Con pronunciar mal o de plano confundir el nombre del testigo puedes siempre ponerlo nervioso, más si esto lo haces varias veces durante el interrogatorio además, como bono, si el testigo no te corrige de inmediato generalmente es mal visto por el tribunal, pierde la credibilidad y se hace ver débil.

Otra táctica que se utiliza con muy buenos resultados, es el malinterpretar el testimonio dado con anterioridad, de este modo puedes hacer que parezca que el testigo te da la razón, con eso ganas muchos puntos.

La idea es siempre buscar que el testigo se descontrole, de este modo puede equivocarse y decir algo que no pensaba decir, para esto puedes hacer que haga diferentes tareas a la vez, para tratar de romper su concentración.

Esto puede ser un poco mal visto pero siempre se puede presionar a un testigo diciéndole que un testigo anterior contradice su testimonio, de este modo lo pones muy nervioso aunque puede que el tribunal no acepte este comportamiento.

Si el testigo es algún especialista, siempre puedes poner en duda su experiencia y por lo tanto su credibilidad como testigo al llamar la atención sobre algún caso con el que este no hubiera acertado, si la desacreditación funciona, su testimonio perdería todo su valor.

Mientras el testigo responde una pregunta, interrumpirlo y hacerle otra, hacer esto varias veces suele terminar confundiendo al testigo haciendo que vaya por caminos que no pensaba recorrer, suele dar muy buenos resultados.

Siempre se puede inventar un documento inexistente el cual leer durante la intervención del testigo poniendo en contraste su declaración, muchas veces no hace falta decir más que “según este documento no es verdad que” puede ser un poco rebuscado pero puede funcionar si ya tienes al testigo lo suficientemente nervioso.

Realizar una afirmación y luego guardar silencio esperando la respuesta del interrogado, generalmente toma la afirmación como una pregunta y procederá a responderla.

Por último, utilizar palabras complicadas que el testigo podría no entender, de este modo generalmente pedirá una aclaración, pasando un momento de vergüenza que lo pone en una situación de incomodidad.