Ley de seguridad interior, militariza al país, legaliza abusos y atenta contra derechos humanos

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Ante la aprobación de la Ley de Seguridad Interior el día de ayer 30 de noviembre de 2017, Jan Jarab quien es el representante del Alto Comisionado de Derechos Humanos en México, advirtió que la aprobación de esta Ley, endurece el escenario de violencia y transgresiones a  los derechos humanos en el país, no sólo desde el punto de vista de derechos humanos, sino desde la misma perspectiva de seguridad, ya que a  manera de ejemplo los resultados de la guerra contra el narcotráfico en  los últimos diez años han sido muy desalentadores.

Jan Jarab  afirmó que lo que se necesita es una autentica valoración de cómo a funcionado por diez años esta estrategia de militarización de seguridad pública, y que los que quieran continuar con ella o legislar para que permanezca, expongan por qué están convencidos de que funciona, ya que con la aprobación de esta Ley en México se verá  endurecido el estatus quo, por el que atraviesa el país,  ya  que solo podemos esperar que los años venideros sean como la realidad actual, y  a decir verdad nuestra valoración actual de la realidad es bastante preocupante, sugirió que urge pensar en alternativas para la salida gradual de las Fuerzas Armadas, y asimismo  fortalecer a los policías, pues no se ha hecho lo suficientemente.

Si  repasamos  las cifras de homicidios, que existían antes de que el ex presidente Felipe Calderón lanzara su famosa  “guerra contra el crimen organizado”, históricamente se encontraban en los niveles más bajos y posteriormente con la militarización de la seguridad pública los niveles de violencia se dispararon, por lo que haciendo una análisis del índice  de homicidios que tenemos hoy en día, nos refleja  que seguir con esta estrategia, es hacer exactamente lo mismo que en años pasados.

Las estadísticas reflejan que desde el año 2006  las violaciones graves a los derechos humanos aumentaron y desde esta perspectiva, el patrón actual de seguridad es muy incompetente contra crimen organizado, por lo que la recomendación que ha hecho la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos es que  “lo que se requiere más bien, es una reflexión sobre una posible salida de este modelo y otorgar más fuerza a los policías en varios niveles”, considerando que lo más recomendable sería que en vez de aprobar  Leyes que legalizan el actuar y el funcionamiento de las Fuerzas Armadas en estas tareas de seguridad, sería más trascendental buscar cómo salir de la situación de inseguridad de este país, y no solo enfocarse a las acciones autoritarias ya que estas no solucionan las complicaciones generadas por la inseguridad, sin dejar tener presente el respeto al Estado de Derecho.

Jan Jarab  añadió que en vez de militarizar la seguridad pública, lo que necesita México es “luchar contra la ilegalidad, sancionar a los delincuentes que cometen homicidios, desapariciones y secuestros con un proceso ejemplar, y cuando exista complicidad entres servidores públicos y delincuentes  sean procesados  por igual”.