La redacción legal repetida tantas veces no es más que poner en orden en un caos de palabras y de ideas, expresando en forma escrita, con exactitud y originalidad unos hechos determinados de carácter jurídico.
Para una correcta redacción jurídica por ejemplo y además de conocer las reglas generales de gramática y ortografía, se debe dominar los sinónimos jurídicos y una claridad de ideas expresadas.
Una prominente compañía estadounidense que imparte entrenamiento en la redacción legal, asegura que un abogado será muy observado por dos cosas: por sus destrezas en la interacción pero también por sus destrezas en la redacción legal.
A continuación 10 consejos o sugerencias para mejorar la destreza de redactar:
- Entender el conflicto o el problema del cliente:
Mediante las preguntas formuladas, el letrado podrá entender plenamente el problema en cuestión. También acompañamos este caso, familiarizándonos con los documentos que hay disponible.
- No apegarnos únicamente a la investigación realizada en la computadora:
Hay que dar uso a los diversos recursos disponible, buscando en índices y tratados para tener un concepto más amplio del caso. En la Pc podemos utilizar el buscador de Google Books.
- Nunca entregar una versión preliminar de su trabajo:
Aunque a veces la prisa por terminar una investigación puede apresurar las cosas, pero en forma parcial jamás debemos entregarlo de esta manera. Por eso la recomendación es aunque entregar tarde un trabajo no es la mejor opción, pero tampoco a medias y de forma incorrecta. Es preferible tardar un poco más pero que resulte un trabajo realizado de modo preciso y completo.
- Al principio del documento, resumimos las conclusiones:
Siempre es necesario un resumen desde el mismo principio, ya sea que estemos escribiendo una carta. Un memorando, etc. Por lo general se divide en 3 partes: las preguntas principales, las respuestas a tales preguntas, y las razones que sustentan tales respuestas.
- Hacer un resumen claro y entendible:
Siempre los resúmenes deben ser entendibles, pero no solo para los letrados sino también para el cliente. Además para que transmita lo esencial, debemos en un párrafo de 75 palabras aproximadamente separar el problema. Luego damos una breve respuesta, clara y sencilla para el lector.
- Moderar el tono profesional:
En la redacción hay que utilizar la moderación correcta, sobre todo los abogados menos experimentados. Se recomienda a no hacerlo de una manera demasiado informal, pero tampoco muy cargado de formalismo inentendible. Lo mejor es utilizar las normas de gramática convencional especialmente cuando redactamos los correos electrónicos.
- Editar cada oración innecesaria:
Hay que aprender a editar cualquier término innecesario en el documento, y también evitar las frases demasiado largas. Un excesivo uso de palabras puede parecer una redacción muy desordenada y poco pensada.
- Usar la forma adecuada de citación:
Se debe aclarar que cada jurisdicción tiene su propio manual de citación, por lo cual hay que estudiar cada jurisdicción y citar de acuerdo a ella.
- Consultar los fundamentos legales:
Se debe tener en cuenta que muchas veces la legislación cambia, por eso siempre es prudente hacer una revisión y buscar los artículos necesarios como base de los escritos. Por lo tanto, no debemos confiarnos en nuestro conocimiento de los fundamentos legales sino más bien revisarlos antes de citarlos.
- Revisar bien todo lo que creamos necesario:
Una vez terminada la redacción podemos leerla en voz alta, de esta manera